lunes, 9 de noviembre de 2009

He visto con mis propios ojos como las personas aprenden de otras, y como de cada relación sacan cosas nuevas para su futuro. ¿Puedo ser sincera? Pensé que contigo no aprendí nada. Bueno, al menos nada provechoso. Pensé incluso que había aprendido más de otras relaciones que de la mía propia… ¡Qué equivocada estaba! No me había dado cuenta de que me enseñaste lo más valioso del mundo… Amar, de verdad. Y siguiendo con eso de la sinceridad, no te estuve amando desde el primer día hasta el último. ¿Quererte? Muchísimo, y durante todo el tiempo, estuvieses o no a mi lado. Pero amar, esas cuatro letras, era algo tan grande… Puedo considerar que te amé durante un mes aproximadamente, justo el mes antes de que te fueras, y esos días que venías a verme. Cuando nos dejábamos llevar por la locura, arriesgándome a ser esclava de tus besos, deseando estar allí tumbada una vez más hasta que el leve sonido de los pasos subiendo las escaleras nos interrumpiese. Cuando nos echaron de mi casa y valientemente volvimos a entrar. Tú y yo, solos. Cuando te metías conmigo y me sentía estúpida, pero a la vez te abrazaba fuerte. Cuando me decías te quiero y yo te respondía… y había un sonrisa en nuestros rostros.

Y ahora somos un montón de cenizas en un mismo cenicero muertas por salir. Ahora cuando te metes conmigo me siento estúpida y tengo ganas de mandarte al carajo. No me importa no verte, es mas, creo que he llegado a preferirlo. Todo ha cambiado, y ha sido fácil darse cuenta, asimilarlo. ¿Y por qué? Siendo la gota que colma el vaso de la sinceridad. Porque no te amaba. Te quería, si, pero menos. Cada segundo que pasaba y con cada palabra incrustada en mí te quería menos. Era como un paracaídas que hacía hubiese dolor mientras caía...

...pero una llegada suave

Irene

1 comentario:

  1. Luego dices que no escribes bien, que no tienes motivos ni temas, ni temas que te inspiren a su vez. Luego dices y dices...
    Me gustaría que intentases escribir sobre algo diferente para que dejes de encerrarte en el día a día de lo que es ahora, y que te centres en lo que fuísteis en el pasado, que es quizá, lo más importante al fin y al cabo, no?:)
    Qué bonito...
    Creo que no es bueno darle vueltas a los recuerdos y dejarlos así, como se hicieron, guardados. Si cambian en un futuro intenta no cambiarlos tampoco en el pasado...
    Es todo lo que tienes, los recuerdos.



    Sabes cuánto te quiero.


    PD. Ha merecido la pena esperar a que la publicases.

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