domingo, 29 de noviembre de 2009

Se acabó.

A estas alturas de mi vida, cuando toda ella era por y para él me doy cuenta de que por fin todo ha acabado y puedo decirlo bien alto, todo ha acabado. Después de escribir mil y un textos por ti, por fin soy feliz, soy independiente de ti y, ¿sabeis qué? quizá nunca me entendáis, quizá no entendáis lo feliz que me siento al conseguir esto, que por fin en una conversación de las muchas que mantengo al día, no salga tu nombre.
Bueno, en realidad miento.
Creo que sí podríais llegar a entenderme; me siento igual que cuando uno finaliza uno de esos pesados trabajos de Tecnología y te ponen muy buena nota al día siguiente, o cuando sacas un Diez merecidamente en un examen. Cuando después de tanto estudiar te hartas de reír hasta llorar de felicidad o cuando todos tus planes salen redondo. Me siento así.
Pero, lo mejor es que no he sentido que haya perdido el tiempo. Por una parte sí, por otra parte no. ¿Sabes? Creo que deberías de sentirte afortunado, porque nadie te querrá más que yo te he querido. Y tú, pedazo de imbécil, lo has perdido. Podrías haber sido feliz conmigo, pero no, preferiste jugar conmigo, con mi corazón. Como una tonta caí mil veces en tu juego y perdí. Pero, esta vez es diferente, he ganado.
Ahora te toca lamentarte si algún día sabes esto, te toca sufrir todo lo que yo he sufrido, aunque sé que nunca lo harás. Nunca llegarás a sentir por nadie lo que yo sentí por ti, porque yo te quise de verdad. La verdad es que tampoco llegarás a sufrir todo lo que yo sufrí por quererte. Y en eso sí me lamento, sufrí muchísimo.
La mayoría de las veces que pasaba a tu lado notaba como mi corazón se iba haciendo más y más pequeño y se iba quebrando poco a poco. Hasta que un día, se rompió por completo. Tú y solo tú fuiste el causante de esto.
Puede que me alegre de todo lo que llegué a descubrir permaneciendo a tu lado y queriéndote sin ser correspondida, pero si me dieran una de esas oportunidades que salen en las películas con una grandiosa máquina del tiempo, si me dieran la oportunidad de volver al pasado pagaría lo que hiciese falta, para que no te cruzaras en mi vida.

Si tan sólo me concedieran un deseo tú y tus jueguecitos nunca hubieran aparecido en mi vida, te lo aseguro.
Te di mil oportunidades para rectificar y hacer que yo me sintiera mucho mejro a tu lado, te di más de mil y decidiste perderlas todas.


Adiós, v e i n t i s i e t e*
Espero que nunca más aparezcas en mi vida

hasta N U N C A

Claudia♥

viernes, 20 de noviembre de 2009

Él

Una vez más estoy aquí, delante de la pantalla del ordenador. Son las 0:46 de la noche. Ya se puede considerar que es Sábado 21 de Noviembre. Quedan seis días para que sea ese día en el que se cumple dos meses que estoy así. Queda un mes para el invierno y con él vendrá el frío y las ganas de quedarme en casa, a las que las superarán las ganas de verte y que finalmente saldré de casa con ese propósito; verte.
Realmente no tengo una razón por la que escribir. He pensado que ya era hora de contar un poco más de mi historia y ¿qué mejor que hacerlo aquí? Escribiré todo lo que he vivido poco a poco, pues lo tengo grabado en mi corazón, y lamento decir que esta historia estará ahí para siempre.

Todo empezó aquel día, el 27 de Septiembre de este mismo año.
La palabra amor tenía otro significado para mí hasta entonces. He pasado por muchas historias que ahora no vienen a cuento. Sólo sacaré una. La que me ilusionó durante un año sin llevar a cabo nada.
¿Su nombre? No lo diré, claro está. Pero, le pondremos un nombre para conocerlo de aquí en adelante.
El chico de los ojos verdes.
Cosas que tenía seguras de él... La música, el deporte. Poco más puedo decir de él, fue amor a primera vista. Sé que fue amor porque nunca había tenido tantas ganas de que llegasen los martes y él hizo que todo eso fuera posible. Las ganas de salir de casa a las cuatro para volver a las siete y media y todo por él. Todo lo que él me producía, ese cosquilleo, esas sonrisas sin querer... Y él no tiene ni tenía ni idea de nada. Es curioso. No sé cómo he podido enamorarme sin conocer en profundidad a una persona y sin embargo lo he hecho... Siempre estarás ahí, en mi vida, sin duda.

Pero no, me he centrado demasiado en esa historia y no es la central ni mucho menos, ojalá. Ojalá mi vida girara en torno al chico de los ojos verdes, más quisiera yo.
Mi corazón me ha jugado una mala pasada, ha escojido a otro y no es precisamente el que yo creía que quería. Pero, ¿siempre es así no? El corazón lleva la contraria. Quizá por eso se caracteriza tanto de ser como es.
Ése, el otro, es ahora una de las personas más maravillosas y más gilipollas a la vez. Lo es todo y nada. Es mi razón de sonrisa y mi razón por la que a veces lloro sin querer. Es mi mundo de colores y el más gris que te puedas imaginar.
Él es y es no... Él es la persona más indecisa del mundo.

Él, es el más perfectamente imperfecto.


Claudia♥

lunes, 16 de noviembre de 2009

Amar.

Si es que no tienes corazón... No hay ninguno para ti. Piensas que eso se compran en tiendas de segunda mano o tiendas de primerísima calidad donde no los hay de tu talla, todos hullen de ti.
Hullen de tu maldad y de la manera que los tratas, sin importarte las consecuencias a las que sometiste al tuyo.
Claro que tienes uno, que está haciendo las maletas, quiere irse de allí donde lo tienes encarcelado sin permitirle ningún tipo de sentimientos, sin permitirle lujos ni poder querer a nadie.
Así que para de buscar y retírate, porque sinceramente no merece la pena.

Claudia♥

lunes, 9 de noviembre de 2009

He visto con mis propios ojos como las personas aprenden de otras, y como de cada relación sacan cosas nuevas para su futuro. ¿Puedo ser sincera? Pensé que contigo no aprendí nada. Bueno, al menos nada provechoso. Pensé incluso que había aprendido más de otras relaciones que de la mía propia… ¡Qué equivocada estaba! No me había dado cuenta de que me enseñaste lo más valioso del mundo… Amar, de verdad. Y siguiendo con eso de la sinceridad, no te estuve amando desde el primer día hasta el último. ¿Quererte? Muchísimo, y durante todo el tiempo, estuvieses o no a mi lado. Pero amar, esas cuatro letras, era algo tan grande… Puedo considerar que te amé durante un mes aproximadamente, justo el mes antes de que te fueras, y esos días que venías a verme. Cuando nos dejábamos llevar por la locura, arriesgándome a ser esclava de tus besos, deseando estar allí tumbada una vez más hasta que el leve sonido de los pasos subiendo las escaleras nos interrumpiese. Cuando nos echaron de mi casa y valientemente volvimos a entrar. Tú y yo, solos. Cuando te metías conmigo y me sentía estúpida, pero a la vez te abrazaba fuerte. Cuando me decías te quiero y yo te respondía… y había un sonrisa en nuestros rostros.

Y ahora somos un montón de cenizas en un mismo cenicero muertas por salir. Ahora cuando te metes conmigo me siento estúpida y tengo ganas de mandarte al carajo. No me importa no verte, es mas, creo que he llegado a preferirlo. Todo ha cambiado, y ha sido fácil darse cuenta, asimilarlo. ¿Y por qué? Siendo la gota que colma el vaso de la sinceridad. Porque no te amaba. Te quería, si, pero menos. Cada segundo que pasaba y con cada palabra incrustada en mí te quería menos. Era como un paracaídas que hacía hubiese dolor mientras caía...

...pero una llegada suave

Irene