viernes, 4 de diciembre de 2009

Leed sólo si tenéis tiempo.

Son las 22:22, hora redonda de esta noche redonda que sigue a nuestro día redondo, con risas, anécdotas como cualquier otro. Lo único que ha hecho un tanto más desagradable esta tarde ha sido como un -...- se ha atrevido a decir cuatro cosas a una de nuestras mejores amigas. Somos Irene y Claudia y os vamos a contar con pelos y señales lo que ha ocurrido hoy después de tanto tiempo. No esperamos que nadie lo lea, y menos que nos comente, ya que a algunos, nos atrevemos a decir a la mayoría, les resultará algo aburrido.

Puñetero día de verano en el que apareciste en nuestras vidas. Tú y tu queridísimo compañero que habéis decidido arruinarnos a cada una de nosotras la vida. Bueno, a Irene... Quizá a mí no tanto como a vosotras dos, Claudia y Espe... Pero seguiste pasando una mierda de todos cuando ella estaba ahí, cuando nos contabas tu vida y después nos mandabas a aquel sitio que no lo nombro para no afear esta entrada, cuando te creías y te crees el mejor que todos nosotros y no nos llegas ni siquiera a un dedo de nuestros pies. Es más, no eres ni siquiera una célula, una mitocondria, de cualquiera de nuestros cuerpos, no eres nada y por fin somos capaces de escribirlo. Somos capaces de escribir abiertamente sin importarnos que lo leas, porque, ¿qué más da? Te acabarás enterando y te juro -Claudia- que será en persona el día que te dignes a aparecer. Eso es otra, cuando tu cuerpo quiera hacer ese mínimo es fuerzo en moverte para poder vernos, aunque nuestro encuentro no será muy agradable después de todo lo que te diré. Y lo diré sin miedo, sin importarme tus sentimientos, al igual que has hecho tú con todas nosotras.

Volvemos a cuando aparecisteis, como dos personas totalmente desapercibidas en la gente de la feria, de aquel entorno de luces de colores y música que ni siquiera te permite hablar ni enterarte de lo que dice una persona. Ese día nunca llegamos a pensar lo que ibais a causarnos en nuestras vidas, si lo llegamos haber sabido, nunca hubiera permitido que tú, Espe, te acercaras a ellos como quién no quiere la cosa.

Después de aquel día, nos separamos, cada una se fue a su lugar de vacaciones mientras Espe, prefería quedarse en casa con su ordenador sin tiempo límite, el calor del verano y el teléfono en mano a toda su disposición. No recordamos muy bien cómo fue que llegasteis a aproximaros hasta el punto de que fuisteis amigos, incluso creo que no nos equivocamos al decir que vuestra amistad llegó al punto que pasó a mejores amigos.

Las llamadas a nuestros móviles contándonos todo lo que nos perdíamos mientras estábamos en nuestros lugares de vacaciones. Solíamos decirle a Espe; “¡Queremos conocerles! Qué ganas de llegar y por fin conocerles y que nos lo presentes.” Hasta que ese día. El día en el que queríamos conocerles, llegó. Como quién no quiere la cosa allí estábamos todos metidos en el ajo, y caímos todos, como tontos, como… Como no sabemos qué.

Parecían tan inofensivos a primera vista… Unos “hola” y unos “qué tal” se intercambiaron y nos conocimos y horas más tarde el corazón de Espe se rompió en mil pedazos y tú, pedazo de -Claudia tranquilízate- no hiciste nada por arreglarlo. Suerte que nos tiene a nosotras y al resto de sus amigos y amigas que le ayudaron a por fin, que volviera a sonreir.

Ese día la segunda persona que a la vista parecía menos inofensiva se inició en su “persecución” hacia Espe. Todos sus sentimientos dieron rienda suelta y ¡hala! El día menos pensado ya estaban saliendo. Todo era tan bonito… Las tardes en los parques, en casa de Espe… Hasta que ella se dio cuenta, como cualquier persona de este mundo, que no sentía lo mismo. Y la decisión de acabar con su relacción no fue cosa de una hora, si no que se llevó una semana entera sin dormir, dandole vueltas al asunto, encontrar las palabras que no le hicieran daño, ¿y todo para qué? Eso lo veremos ahora a continuación.

¡Ah! Se me olvidaba, ahora soy Claudia, y estoy orgullosa de que se me haya olvidado este ¿detalle? De que antes de esa ruptura me di cuenta de todo lo que sentía por ti. Y he aquí el ¿mayor? Error de mi vida. Enamorarme de ti fue lo peor que podría haber pasado. No voy a dar más detalles, si queréis conocer todos mis sentimientos podréis leer las entradas anteriores de este blog.

Pasaron los meses, las semanas, seguíamos saliendo con vosotros a los parques, a pasar un buen rato, como siempre, hasta os incorporamos en nuestro grupo de amigos totalmente, ¿qué mal nos ibais a producir? Sólo el futuro lo sabía.

Poco a poco yo, Claudia, me fui sumergiendo en lo que ahora veo que fue mi perdición, que perdí totalmente el tiempo. Y tú, yo que creía que te importaba, simplemente me seguías el juego como una pieza más, no, ni siquiera llegué a ser una pieza, fui una casilla de las sesenta del parchís de tu vida.

A mi, Irene, bueno… Lo que me pasó fue una cosa completamente distinta. Fue un desliz, un desliz en mi vida, pensar que me hacía más feliz verte a las salidas y quedarme hasta las doce de la noche hablando contigo,. En realidad no sé lo que fue, porque amor no era, eso estaba claro. Pero me daba coraje, no podía soportar sentirme un segundo plato. La de veces que yo te he escuchado, o al menos lo he intentado, sin que tú me quisieses contar palabra, cuando me mentiste por no querer que descubriese la verdad (la verdad que todos sabíamos), que os metimos ahí dentro, y tú, ¿cuántas veces me lo has agradecido? ¿Cuántas veces me has demostrado que te importo? ¿Cuántas veces me has tratado como tu amiga mientras yo pensaba que erais de los mejores amigos que podía encontrarme? Cero, nunca. Nunca nos has dado la oportunidad. Y ahora lo veo todo muy claro, y aunque en realidad me entristezca porque han sido buenos momentos y recuerdos de un verano que me atrevo a decir, ha sido el mejor de mi vida, nada dura eternamente y esta amistad ha sido más corta de lo que pensaba. Ahora tocaría decir, gracias, pero no voy a agradecer una mentira, porque no, la historia no termina aquí.


Finalmente después de todo lo que yo, Claudia, llegué a sentir por ti, lo que nunca te hubieses imaginado ni por mi parte y menos, por la de Irene tú nos despreciaste tanto como amiga como cualquier cosa que te pasaba por la cabeza que éramos.

Nos dimos cuenta poco a poco de que habíamos caído e intentamos salir del gran saco que tenía tu nombre bordado. Todo esto, sin preocuparnos del otro. Pero en fin, eso es otro tema que quizá venga después u otro día.

Lo que queremos decir, y, esperemos que esto lo leáis, es que:

¿os creéis algo/alguien para hacernos sentir así? ¿Para llamarnos como se os antoje o venga en gana?

Porque para nosotras ya no sois nada. Ni siquiera nos importa si os conectáis u os desconectáis. Pero yo, Claudia, ¿sabéis de qué tengo ganas? De decirte todo esto a la cara, por que yo, SOY CAPAZ. No como tú, que has preferido esconderte y jugar con mi corazón pasando antes por el corazón de Espe, que ambos quedaron destrozados.

Ahora sólo nos queda desahogarnos en una entrada de blog de este infinito mundo de Internet, que pocas personas lo leerán, pero al menos, ya nos sentimos mejor porque vosotros no os dignáis (y nunca os habéis dignado) a dar la cara.

Ojalá, la última vez que os veamos sea el día que te, os ponga en vuestro sitio, pero no, que va, por desgracia el mundo es más pequeño de lo que parece y tarde o temprano os veremos y tendremos que fingir que todo va bien delante del resto de las personas cuando en realidad, nos morimos de ganas de deciros todo esto y mucho más para que rectifiquéis (si creeis que teneis algo que rectificar, porque eso es otra, creéis que sois perfectos y ahora nos apartamos del teclado para reirnos un ratito) para cambiar no sólo con nosotras, que en realidad ya poco podéis hacer por nosotras, si no por los que vengan después, (si es que vienen).

Esperamos que os vaya bien en vuestra vidita, y que nadie viva esta experiencia como nosotras la hemos vivido,

Irene y Claudia. (Contamos también con hechos narrados de Espe en otra ocasión, ella ahora mismo no está con nosotras pero ha tenido la valentía de plantarle cara)

[Te queremos, Espe]

1 comentario:

  1. YEAH YEAH YEAH! Entrada que pasará a la posteridad:D
    Gracias por estar ahí siempre, gracias por vuestro apoyo:)
    ¿Sabéis qué? Ya ni merece la pena preocuparse por alguien que solo quiere a su triciclo y que no le preocupan los demás. Yo le he dicho todo lo que tenía que decirle, y me he quedado más agusto que en mucho tiempo.
    Ha jugado con las tres, y ahora lo está pagando ¿sabéis por qué? porque está SOLO.
    Os quiero:)
    Storm.

    ResponderEliminar